La Marina estadounidense ha concedido Northrop Grumman a contrato de seguimiento de la producción por valor de más de $161 millones para el suministro de sistemas JCREW/DRAKE 2.0. Estos sistemas, diseñados para contrarrestar artefactos explosivos improvisados (IED) y pequeños sistemas aéreos no tripulados (sUAS), se suministrarán en configuraciones montadas y desmontadas para apoyar al personal militar en diversos entornos operativos.
Los sistemas JCREW/DRAKE 2.0 están diseñados con la intención de proporcionar una protección de 360 grados a las tropas en el mar, en tierra o en tránsito. Mediante el uso de tecnología de interferencia inteligente, estos sistemas neutralizan selectivamente las amenazas hostiles sin interrumpir las comunicaciones amigas.
Los sistemas actualizados incorporan mejoras en el procesamiento de señales, una gama de frecuencias más amplia, un mayor ancho de banda y una interfaz de usuario más capaz, lo que permite dar respuestas más rápidas y precisas a las amenazas emergentes.
Gordie Russell, Vicepresidente de Soluciones de Comunicaciones de Northrop Grumman, señaló la importancia de estos sistemas en la guerra moderna:
"JCREW/DRAKE sigue demostrando ser un componente crítico para proteger a nuestros combatientes y mantener al mismo tiempo la ventaja estratégica necesaria para triunfar en el campo de batalla moderno", afirmó. "Estos sistemas están diseñados con un enfoque abierto y arquitectura integrada para apoyar las actualizaciones rápidas y la agilidad de la misión desde el barco a tierra, capacidades que son críticas para la toma rápida de decisiones".
El sistema DRAKE, que es el elemento que proporciona la protección UAS, se añadió a la lista recomendada de contra-UAS del Ejército en mayo de 2023 y se convirtió en un Programa de Registro de la Armada bajo la Oficina Ejecutiva del Programa de Combatientes No Tripulados y Pequeños en abril de 2024.
El sistema puede funcionar de forma independiente o integrarse con otros sistemas de mando y control, ofreciendo una defensa por capas para hacer frente a toda una serie de amenazas de los UAS. Este enfoque se considera cada vez más crítico, con La OTAN ha destacado recientemente las limitaciones de una solución única para hacer frente a los UAS, que tienen el potencial de plantear tal diversas amenazas.
No existe una "bala de plata" para hacer frente a los retos que plantean los UAS, y para garantizar la protección es fundamental adoptar enfoques holísticos que incluyan una serie de efectores.
Post Image - El Maestro de Armas de 1ª Clase Everest Austerman opera un sistema antidrones DRAKE durante un simulacro de tránsito por el estrecho a bordo del destructor de misiles guiados USS Porter. (Crédito de la imagen: U.S. Navy)